LA BASURA COMO OPORTUNIDAD

Texto: Susana Sepúlveda General

Es difícil asumir que la basura pueda ser algo más que desechos, basta caminar por el centro de la ciudad, especialmente cuando cae la noche, para constatar que el espacio que recorremos una y otra vez durante el día, se transforma en el depósito visible de nuestros desechos; todos, alojados en la orilla de la vereda, donde se mezclan cartones, papeles, plásticos, materia orgánica, todo revuelto, todo con un solo destino … el único Relleno Sanitario con el que cuenta la ciudad.

Para el Municipio y en parte el habitante, la recolección de residuos y disposición final de estos, significa la escalofriante suma de 100 millones de pesos, cifra que aumenta de forma tan natural, como se considera la generación de basura.

Entre 2003 y 2007, la generación de basura creció en un 23,17%, actualmente se generan en la ciudad mas de 84 mil toneladas de basura al año, con esto, cada habitante aporta 1.14 kilo diario de desechos de forma indiscriminada y sin conciencia de lo que significa esto, para las generaciones futuras, suelo degradado, menos calidad de vida, y el espacio de la basura aumentando día a día.

Basta entonces, ¿la voluntad de situar este problema en la opinión pública…?

Esto parece no decir nada, la comunidad no conoce, ni se compromete con el gran problema que genera la basura en la ciudad, es más, ¿a alguien le importa el destino de sus desechos una vez que son retirados del frente de su casa o del contenedor común de la villa o edificio que habita?

Al parecer no, cuando la basura desaparece de nuestros ojos, el problema parece terminar y todo continúa igual, seguimos depositando lo que desechamos en bolsas negras que ocultan lo que somos, productores de desechos.

Si pensamos, en que todo aquello que consideramos inservible, se transforma en materia prima para el reciclaje y entendiésemos que con el simple hecho de separar nuestros desechos, se estaría contribuyendo a la descontaminación por medio de la recuperación, además se disminuiría el crecimiento exponencial de la cantidad de dinero que se invierte en la recogida de basura y que los beneficios sociales y ambientales para la ciudad son incuantificables, quizás podemos comenzar soñar con una mejor ciudad.

Por otro lado, a partir del reciclaje se podrían fomentar iniciativas que por medio de este, han generado un oficio, nuevo y valioso, que necesita ser conocido y reconocido por la sociedad, como es caso del cartonero, que ha hecho de su actividad, su único medio de subsistencia.

En fin, lograr un mayor grado de conciencia y compromiso, por medio de la información y valoración del territorio que habitamos, además de la voluntad de ser parte activa como sociedad a la solución del problema ambiental que nosotros mismos hemos generado, podría ser un buen comienzo, que nos permita mirar al futuro, con la posibilidad de un desarrollo sustentable, basado en un principio en el compromiso social con nuestra ciudad.